Son tratamientos administrados a través de sueros intravenosos adecuados a la necesidad específica de cada paciente. Las sustancias aplicadas son vitaminas, minerales, antioxidantes, aminoácidos o medicamentos naturales.
La finalidad del tratamiento mediante sueros, es la prevención y tratamiento de procesos específicos para la mejora de la salud del paciente.
Se trata de restablecer las funciones homeostáticas (equilibrio) de los sistemas que están alterados facilitando así su recuperación mediante la administración de una solución intravenosa formulada para el tratamiento efectivo de diferentes situaciones.
Previo a la indicación de sueroterapia el médico prescriptor analiza su caso a través de la anamnesis, exploración física y pruebas complementarias, determinando así su necesidad individual y específica.
Nuestro sistema inmunitario está diseñado para protegernos de las infecciones y enfermedades y es increíblemente complejo. Dicha complejidad se debe a la diversidad de tipo de células inmunitarias que desempeñan una labor excepcional de protección de nuestro cuerpo la mayor parte del tiempo y para funcionar correctamente requiere de equilibrio y armonía.
Previene las enfermedades cardíacas y refuerza el sistema inmune.
Cuidado complementario del paciente de cáncer y como agente quimioterapéutico y modificador de la respuesta biológica.
Mejora el estado de la piel y protege el tejido conectivo.
Evita el envejecimiento prematuro. Ayuda a prevenir enfermedades degenerativas.
Mediante la aplicación intravenosa. Su aplicación se realiza de manera cómoda con una pequeña punción venosa realizada por una profesional de enfermería con dilatada experiencia clínica. Realizándose en un entorno seguro.
El número y frecuencia de las sesiones a realizar dependen de las necesidades y procesos clínicos de cada paciente. La duración de cada sesión depende del contenido de los sueros, por lo general, entre 20 y 60 minutos.